UN DISCO BISAGRA EN LA CARRERA DE LA BANDA
El segundo disco de Sumo, editado en 1986, fue una confirmación de lo que se intuyó luego del debut (“Divididos por la felicidad”): esta banda conducida por un italiano y nacida en las sierras cordobesas era algo serio. Luego de la intro pasan quitando el aliento “El ojo blindado”, “Estallando desde el océano”, “TV Caliente (Virna Lisi) y “NextWeek”, para dejar al público al borde del nocaut. Por si fuera poco, incluye “Los viejos vinagre”, “Heroína” y “Que me pisen”.
Llegando los monos fue el disco bisagra de Sumo, el que terminó de darle una popularidad que le permitió ingresar a la casa de todos los argentinos. La etiqueta de “grupo de culto” empezó a perder terreno frente a la espectacularización que comenzaban a vivir.
La presentación de este disco, que tiene en su portada una imagen creada por el artista búlgaro Christo, tuvo lugar en agosto de 1986 en Obras Sanitarias: un show que grabaron en VHS y que hoy se puede ver por Youtube. Esa noche Luca dejó todo en la cancha. A pesar de estar muy flaco y bastante más sumergido en su adicción al alcohol, cantó con una vibración inédita y el show estuvo repleto de momentos que mantenían la lógica de banda under de bares. En “La rubia tarada” se subió Genniol (mimo y actor amigo de Luca) con una guitarra que enchufó al pantalón de Luca, y en pleno éxtasis fingía que tocaba rabiosamente. Después hizo su parte de “Un pseudo punkito, con el acento finito, quiere hacerse el chico malo. Tuerce la boca, se arregla el pelito, toma un trago y vuelve a Belgrano”.
Otro gran momento de aquel Obras fue cuando hicieron “Que me pisen” y Luca lo presentó como “Quiero a mi bandeja”. El calvo, en la parte del estribillo, le da ingreso al mozo José –“de Humahuaca y Gallo”, dice al presentarlo–, que se sube con una botella símil agua mineral y le sirve ginebra. En el primer sorbo, Luca mira a la cámara que lo estaba filmando y levanta las cejas aprobando el trago. “Después de Obras me acuerdo que estábamos haciendo la cuenta con Fernando Moya y en el primer show fue tremendo la plata que ganamos. Cinco mil personas por no sé cuánto que salía la entrada. Ganamos todo junto lo que nunca habíamos visto”, fue el testimonio de Timmy MacKern (mánager de Sumo y amigo de la infancia de Luca) en el libro de Jalil.