EL COMIENZO DE UNA GRAN TRAYECTORIA MUSICAL
El disco salíó a la venta el 27 de agosto de 1984, con canciones como “¿Por qué no puedo ser del Jet Set”, “Te hacen falta vitaminas”, “Sobredosis de TV”, “Dietético” y “Trátame suavemente”, que pronto se convirtieron en clásicos.
Hace exactamente 40 años, el lunes de agosto de 1984 salió el disco debut de Soda Stereo, un trío que ya sonaba en el circuito de bares donde se presentaban las bandas que florecían en la primavera democrática.
Gustavo Cerati (guitarra); Charly Alberti (batería) y Zeta Bosio (bajo) se presentaron en sociedad con una placa que llevaba el mismo nombre con el que se habían bautizado, Soda Stereo, y con el que se harían famosos en toda América Latina.
La producción estuvo a cargo de Federico Moura, el recordado vocalista y líder de Virus, que además tocó sintetizadores junto a Daniel Melero, mientras que Gonzalo Palacios el saxo que también soplaba para Los Twist y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, otros grupos de moda de entonces.
El sonido tenía influencias notables de The Specials, Madness, Men at Work, XTC y The Police.
La oficialización del álbum a la prensa fue en octubre siguiente en el subsuelo de un local de Pumper Nic, una cadena de comida rápida de origen argentino icónica y que reinó hasta la llegada de McDonald’s.
Soda era conocida en el circuito de bares de la época como Café Einstein, Marabú, Zero, La esquina del sol o el Stud Free Pub pero desde la salida del álbum debut y la promoción en radio llegaron los shows en discotecas.
La presentación de este disco debut sobre un escenario fue en el teatro Astros, en diciembre.
Soda llegó a los estudios de la calle Paraguay con el material ya compuesto, apoyado en dos demos que todavía siguen dando que hablar. “Grabamos en los estudios de CBS que eran enormes, recuerdo que el control estaba arriba, con consolas antiguas. Había cambio de turnos de los ingenieros y teníamos que empezar a grabar de cero. Por ahí estábamos un día para grabar un tema”, reflejó Charly Alberti sobre un trabajo que les demandó quince días.
Por entonces, el trío se mostraba permeable a las influencias, con el ska y la new wave bien al frente, y la referencia tan mentada a Madness, Men at Work y The Police. La propuesta sonaba lógica, en un contexto en el que nacían y se desarrollaban grupos como Virus, Zas, Los Twist, Viudas e Hijas de Roque Enroll y Los Abuelos de la Nada. Cada uno con sus matices, coincidían en una pretenciosa modernidad, en un cuidado estético hasta entonces inexistente o avergonzante y una aparente liviandad en el mensaje que no era tal, pero que sirvió para pintar una sensación de época que terminó de estallar el 10 de diciembre de 1983 con la asunción de Raúl Alfonsín. El clima efervescente, burbujeante, ideal para jugar con el nombre del grupo, fue aprovechado por Soda en una estrategia de marketing inconsciente.
Si los primeros discos suelen ser un compendio algo desordenado de influencias y canciones propias, en el caso de Soda reflejó principalmente la explosión new wave y post punk fundamentalmente por el efecto causado por la visita de The Police. “Hacemos reggae polaco con rock and roll dietético”, dijo Gustavo a la Revista Pelo, poco antes de empezar a grabar el disco. “Es nueva ola, un género criticado, pero genuino, espontáneo”, sumó Charly. “Es música desprejuiciada”, coincidió Zeta. “Las letras algunas tienen un toque irónico, otras hablan de amor. Pero sobre todo ponemos énfasis en lo musical”, cerró el cantante.
Para ordenar un poco ese caos, Rodríguez Ares propuso como productor a Federico Moura, que los había visto en los pubs y había dado su visto bueno. Virus ya tenía tres discos para entonces y su cantante y líder indiscutido era un faro para esta nueva ola. Por más que la escena a la distancia se perciba como mítica, el propio Moura minimizó de alguna manera su participación en la obra. “El trabajo fue muy simple porque los temas ya tenían los arreglos resueltos y pensados, desde el sonido de los instrumentos hasta detalles de voces”, afirmó sobre su tarea.
En 1983, los 3 músicos firmaron un contrato con CBS Discos para grabar su primer disco, pero una de las condiciones era que la banda tenía que tocar en vivo todo lo que pudiera. Pasó un año entre el acuerdo y la grabación, durante todo ese tiempo se siguieron presentando en bares y salas porteñas, donde afianzaron su repertorio y se crearon una reputación como uno de los números más interesantes de la escena under argentina.
Finalmente, a mediados de 1984, el trío entró a los estudios de 16 canales de la CBS (donde debían grabar por contrato). Carlos Rodríguez Ares, quien por ese momento manejaba a la banda, propuso a Federico Moura como productor, ya que conocía el estudio porque Virus también había grabado su primer trabajo allí. Otro acierto de Rodríguez Ares fue convencerlos de grabar “Trátame suavemente” porque según él “en el disco hacía falta un tema para las chicas”.