REVERSIONANDO GRANDES CLÁSICOS DE LA MUSICA
“Tú ve” es el álbum de Kevin Johansen, en el que reversiona temas de su autoría y escritos por otros artistas, explorando la invitación a cantantes con los que tiene una evidente afinidad artística.
Así es como aparecen nuevas interpretaciones de canciones clásicas de Kevin como la que le da título a este álbum, “Tú Ve” (originalmente incluida en “Algo ritmos” de 2019) junto a la mexicana Natalia Lafourcade, una versión en inglés de “Anoche soñé contigo” (del disco “Logo”, 2007) a dúo con David Byrne, y “Desde que te perdí” (de “City Zen”, 2004) en colaboración con la catalana Silvia Pérez Cruz.
Además, Kevin Johansen se anima con especial entusiasmo y una sana dosis de irreverencia a encarar material tan variado como “A Little Respect” de Erasure, “El Albertío” de Violeta Parra, “Suzanne” de Leonard Cohen, “El cielo” de Talking Heads, “Oración al tiempo” de Caetano Veloso, “16 Tons” de Merle Travis, “El Tungue Lé” de Eduardo Mateo, o y “Perfect Day” de Lou Reed. Hacer versiones no resulta una rareza en su carrera, ya que en discos anteriores llegó a incluir versiones de temas como “Modern Love” de David Bowie, y en vivo ha hecho todo tipo de covers.
Una clave de este nuevo álbum es que se trata de un sincero y acabado reflejo del “universo Kevin”, donde las colaboraciones se perciben como juegos musicales, reuniones lúdicas entre talentosos amigos y colegas. El repertorio es tan variado como la curiosidad musical de Johansen: aunque pase de un estilo a otro, o incluso de un idioma a otro, se mantiene siempre como constante su voz única y personal. La producción se centró justamente en resaltar ese registro vocal tan característico del artista, que es el centro de este universo sonoro como en ninguno otro de sus anteriores trabajos. alcanzando aquí un nivel de madurez y sobriedad notables. La sonoridad a la vez moderna y despojada con la que se visten estas canciones de aquí, allá y todas partes, es clave para redondear el concepto que se transmite.
El mismo Johansen explica ese espíritu del disco: “Quizás la pandemia produjo en uno la posibilidad de poder soltarse y devolver un poco lo que te dieron grandes compositores que te han marcado. Los compositores descubrimos, tanto en nuestro material propio como en el ajeno, esa suerte de querer sortear el tiempo y ser atemporales o eternos. O negar la finitud, negar la mortalidad propia. La canción desafía al tiempo. Una buena canción suena bien hoy, y puede sonar bien en 50 ó 100 años”.