ESTE ES MI RELATO DE LO VIVIDO EN LOS 2 CONCIERTOS DE DESPEDIDA DE SUI GENERIS ESA MÁGICA NOCHE DEL 5 DE SETIEMBRE DE 1975.
Se supone que con el pasar de los años uno va olvidando detalles de las cosas.
Sin embargo hay personas, hay momentos, que te marcaron a fuego y entonces el recuerdo se torna imborrable.
Es mas, hasta quizas el tiempo se apiada de la memoria y permite recordar cosas que antes no y te permite ponerlos y guardarlos, ahí, donde uno pone los momentos felices de la vida.
Este es uno de ellos….y es el mío.
Pasaron hoy 45 años y me lo acuerdo todo como si hubiera sido ayer.
Esa noche la colectividad judía festejaba la primera noche de Rosh Hashana, el año nuevo.
La costumbre dice que se va a la sinagoga desde las 19.30 a 21.00 aprox. y después esta la cena familiar con toda la familia en la casa de mis viejos que por ese entonces era mi casa también.
No hace falta explicar que toda la vida fue algo al que no se podía faltar bajo ninguna excusa.
Cuando Charly anuncio la separación fue como un balde de agua fría….un momento de desesperación y ni les cuento que cuando me entero que el recital de despedida era justo la noche del 5 de septiembre….me volví loco.
No estaba acostumbrado a mentirles a mis viejos, bueno…alguna que otra vez, si…pero esta vez iba a ser la primera vez grosa.
En un acto de saber que se me iba armar despelote saque entradas para el recital. Y cuando se agrego la segunda función fui y saqué para esa también.
Es que eran muy importantes para mí…y no podía ser que no estuviera en el concierto final.
No me pregunten como hice para zafar de un padre muy tradicionalista y conservador para borrarme e ir a los dos recitales!!!.
Hoy a lo lejos parece una tontería…pero no les puedo explicar lo que fue esa última semana antes del recital…mi última semana de vida!!!!!!
El verso que pensé fue que iría a festejar ese año con la familia de mi novia de entonces, porque me daba lástima que festejen solos
Mi viejo algo sospechaba ya que me vio salir vestido con los peores vaqueros que tenía, una remera hecha en batik, zapatillas flecha hechas pelota y el grabador que me habían regalado mis viejos por haber terminado la secundaria seis meses atrás.
Las palabras de mi vieja aun me suenan en los oídos: –Así vas a ir vestido a la casa de tu novia?
Me acuerdo que lleve un pulóver porque esa noche estaba fresca y un morral estilo hippie donde puse una pila de cassettes vírgenes por las dudas y el susodicho grabador.
Me encontré en el subte «B» con un par de amigos y cuando llegamos al Luna Park era un despelote de gente.
Muchísima gente…mareas de gente…hacerse camino para tratar de entrar primero era imposible.
Lo primero que hice fue comprar el póster del recital (si…el famoso póster donde están abrazados y que hoy está pegado en la pared de mi estudio).
No se por donde me metí…ni a quien pise…pero cuando abrieron las puertas me encontré con toda la platea del Luna para elegir la ubicación que quisiera. (Lo que hoy llamaríamos campo, pero con sillas, aunque sin numerar)
Entré por el pasillo central y me fui lo más cerca que podía que fue la cuarta fila ya que las tres primeras estaban reservadas para los invitados especiales. Así fue que me senté en la 4ta. fila asiento número uno (a unos metros atrás de León Gieco).
En la película, en el momento que la cámara se va acercando al escenario al terminar el tema Instituciones me di vuelta no se para que…ergo mi cara aparece en un primer plano (corto…pero primer plano al fin!!!).
Me acuerdo también la pelea que tuve con uno de la organización ya que yo no quería salir del recinto argumentando que tenía entradas para la siguiente función…..y no perder mi ubicación, pero igual tuve que salir.
Afuera era el caos…la gente que salía y la que estaba esperando entrar.
Finalmente llegue a casa a la madrugada.
No pude dormir en toda la noche….me pase toda la noche escuchando lo que había grabado.
Puteandome porque me había prometido cerrar la boca y no cantar para que el cassette se escuchara joya…Pero no pude….fue imposible.
Como no cantar (en ese clima de adentro y de afuera)…»Yo formo parte de un ejército loco….»….o la portentosa parte de «oye hijo las cosas están de este modo……»
O el final a toda orquesta del Blues del levante después de haber llorado a moco tendido gritando desaforadamente «Y rasggggguuuuuuuuña las piedras…….!!!!!!!»
De todo ese cassette hubo una en la que me quede callado….y me acuerdo que mis ojos lo único que miraban era la mano izquierda de Nito tratándole ver los tonos de la guitarra de «Nena», que años más tarde Charly la rebautizo Eiti Leda y que la estrenaban esa noche».
Lo bueno es que me quedaron grabadas canciones que no fueron editadas en ninguno de los 3 discos con canciones de este concierto.
Muchos años mas tarde y yo ya casado, mientras miraba el video de Adiós Sui Generis mi viejo me confeso que él sabía que iba a ir pero que se hizo el boludo para no entrar en peleas, ya que sabía que yo iba a ir si o si.
Muy sutilmente me dio a entender que él no se comió la galletita y que no entendía (miraba de reojo el video) que era lo que me gustaba de esa música.
Le dije que gracias a que aparecieron esos dos tipos en mi vida yo comencé a abrazar, y a amar la música.
A coleccionar, a aprender piano y guitarra y a abrirme a otras músicas que me llenaban la vida de placer.
Entonces mi viejo en un acto que no me lo voy a olvidar por el resto de mis días me dijo:
–Yo esa música no la entiendo…pero si vos empezaste a abrazar la música por esos dos tipos…yo también les tengo que estar agradecido-…y se sentó a mi lado a ver el video conmigo…mientras le explicaba detalles del concierto.
Hoy él ya no está….y si bien lo tengo presente todo el tiempo, cada vez que escucho los versos: “Detrás de las paredes que ayer se han levantado, te ruego que respires todavía….” no puedo evitar derramar una lágrima.
FREDDY BERRO