30 AÑOS DE SU EDICCION Y HOMENAJE
A 30 años de la presentación de su primer albúm solista, un día como hoy pero de 1993, Gustavo Cerati daba pistas sobre los conflictos artísticos y personales que enfrentaba con Soda Stereo, que cosechaba miles de fans por toda Latinoamérica para esa época. El proceso creativo del disco estuvo marcado tanto por los momentos personales con la banda como con la consolidación de su relación con la modelo chilena Cecilia Amenábar, con quien tuvo su primer hijo, Benito.
El disco fue realizado en la intimidad de su hogar, por aquel entonces, en Santiago de Chile.Una vez que el cantante encontró el cause definitivo por donde encarar su nueva música, convocó a su compañero de Soda Stereo, Zeta Bosio para que lo ayudara en la producción y se puso en contacto con Tweety González, histórico colaborador de la banda. Cerati pudo dar rienda suelta a sus inquietudes artísticas y produjo once canciones pop, con un fuerte carácter entre lo experimental y lo electrónico. “Te llevo para que me lleves” es el tema que resumió el perfil del disco. “Pulsar”, “Rombos” y “Torteval” fueron la mezcla experimental.
Al momento de publicarse, el término amor estaba atravesando un auge inédito en el rock argentino. El amor después del amor, de Fito Páez, llevaba más de un año siendo el disco más demandado (lo sería hasta transformarse en el más vendido de la historia de nuestra música) y “El amor es más fuerte” (de Fernando Barrientos y Daniel Martín, interpretado por Ulises Butrón), el tema central de la película Tango feroz, era el indiscutible hit de todo 1993. En las napas más nuevas, Babasónicos con “La era del amor” y los Avant Press de Leo García con el tema “Amor entre rosas” agitaban su contribución, mientras que Andrés Calamaro reaccionaba cantando con su canción “No se puede vivir del amor”.
El disco es uno de los cinco argumentos nodales para consagrar el primer lustro de Cerati en los 90 como uno de los más creativos que haya tenido un músico de rock en Argentina. Hablamos de un período que comienza con Canción animal, continúa con el exploratorio Colores santos junto a Daniel Melero, prosigue con el manto eléctrico de Dynamo (Soda Stereo, 1992) y, salteándolo, culminaría con la notable suite de Sueño stereo (también de Soda, 1995). Un estado de gracia casi arrogante.
Benito Cerati y su homnaje a Amor Amarillo:
El próximo 3/12, a 30 años del estreno de “Amor amarillo” del ícono del rock nacional Gustavo Cerati, su hijo y reconocido músico Benito, junto a su banda y artistas invitados celebrarán este increíble momento en el escenario del Auditorio. No te pierdas esta emotiva travesía musical titulada «En viaje hacia la redención».
Amor amarillo es el primer álbum de estudio solista de la carrera de Gustavo Cerati, realizado en el año 1993. Se trata de un material atravesado por la historia familiar, cuya producción está marcada por la afectividad. Se dió en un momento en que Cerati necesitaba conectar con la música desde otro lugar y buscando un espacio y una voz que le fueran propias. De ahí que esta sea su creación más íntima.
El disco se gestó en Santiago de Chile, ciudad a la que Gustavo se mudó acompañado de su esposa Cecilia Amenábar, que estaba esperando su primer hijo, Benito. Ella tuvo mucho lugar en el proceso creativo, era incluida por Gustavo a pesar de no saber tocar ningún instrumento de modo profesional. Y aún así grabó coros y tocó el bajo en la balada A Merced y cantó en Te llevo para que me lleves. Muchas de las letras y las melodías parten de anécdotas de la pareja.
Según contó en una entrevista, para Cecilia el disco en general habla de: “un viaje hacia la luz, cascadas de claridad, de astros, pulsares, cuarzos y leyes divinas. Esa frase ‘rasgando las tinieblas’ (de Te llevo para que me lleves) es muy clara: rompo todo para dejar entrar un rayo de sol en mi vida. De una vida a otra vida”. Además, cuenta que el nombre del material viene de unas piedras amarillas que recogieron en las playas de Los Roques. Para el músico ese color era la energía, el sol; de ahí nace: Amor amarillo.
La primera parte del álbum fue grabado en un estudio casero improvisado que armó Gustavo en la casa de Providencia que tuvo el nombre de Estudios Ámbar. Si bien tenía la sustancia, Cerati fue en busca de sus compañeros de Soda para terminar de darle el toque. Así llamó a Tweety González, tecladista de directo de la banda y lo incorporó como consultor de audio, y a Zeta Bosio quien sería su coproductor y grabó algunas pistas de bajo y teclado. Una vez que el disco se terminó de mezclar y grabar en Buenos Aires, se lanzó nada menos que 25 días antes del nacimiento de Benito.
Para el biógrafo de Cerati, Juan Morris, aquel disco fue un gran paso a partir de una necesidad bien marcada. “Aunque lo grabó y lo editó, Amor Amarillo fue un tanteo, una exploración casi privada. Y un registro completamente novedoso para él. Fue un espacio fuera de Soda Stereo en el que Gustavo comenzó a incubar su carrera solista”.